viernes, 19 de junio de 2009

MODUS OPERANDI (continuacion)

¡Que extraño!, miraba para arriba, sonreía todavía, ¡tenia que hacerlo! Pero también dudaba.

¿Y que estoy haciendo? No soy un completo animal, pero parece que mi corazón esta en celo ¿Por qué?

Seguí mirando para arriba. Pero ya, por ahora, no me importaba la moneda que aun giraba alto.

Recuerdo todo ese desastre relacional que fantasmagóricamente ando arrastrando, también recuerdo cuando la conocí a ella, y para presentarme delante todo lo que tenia arrastrando, como quien estira una sabana sobre la cama. Sí… ella también me gustaba, y no quería engañarla mostrando imágenes de un presente sin pasado, ella me pareció inteligente y para que me conociera de verdad, ella tenia que descascarar todo lo que ella misma odiaba, y que puse a su servicio… si le gustaban los desafíos, si pensaba en matar su propia rabia personalizada (que trate de ser), si quería, si podía… valía la pena intentarlo… paso a paso se desvaneció todo… me ignore y fui también ignorado, lentamente ella camino sobre la cuerda tensa que estaba sobre el olvido. Años pasaron de eso, de haber hecho las cosas mal, aunque hoy me parecen que fueron buenas. Es una pena que yo no pueda explicar lo que hago.

Ahora, aun mirando para arriba, le estaba dando la espalda a ella, que con naturalidad se forzaba a ser como ella quería ser, me fascinaba.

Escuchaba la moneda caer, mi cara apuntaba para arriba, mientras mis ojos cerrados estaban…

¿Cómo lo puedo hacer? Mmm. No tengo nada que ofrecer. Metí las manos en los bolsillos, que estaban vacíos, ¿Qué es esto?

Y encontré lo que no creía que tenía, esa extraña inefabilidad ya no la tenia solo en mis manos, sino en todos lados. Lo tenia, lo sabia, mi di vuelta, con la cara para arriba.
y la moneda, aterrizo de golpe en mi cara.

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