coser

Debe de ser la etapa de la vida en que uno cree que todo lo puede solucionar con hilo, cosiendo.

El tiempo, lo cortas con tijeras metalicas de costurera, y lo coses tomándote tu tiempo dejando escapar los malos pensamientos.

Puntada tras puntada y piensas que nunca coses con hilo morada… recuerdas todo lo que una vez te hizo mal; quien te hirió, con un puñal de hielo, o con una húmeda disculpa. Recuerdas a quien heriste, con esa rabia atragantada y palpitante, o con la indiferencia de una pasión desapasionada; te enredas en el hilo, hace falta desenredar, ¿Qué te hizo perder el ritmo?

Vas a la mitad, ya estas viendo lo bonito y bueno que quedara, ¿Cómo hubiera sido si hubiese sido lo contrario?, si en vez de ir al baño te hubiese escuchado, si en vez de reírme, lo hubiera dudado, si en vez de traicionarte, me hubiera traicionado. Lo sabes, y por suerte no es fuerte; el hilo no se ha enredado.

Ya esta casi terminado. Te detienes, lo vez listo, coses lo que falta con tu mente. Te detienes. El tiempo aun no esta remendado, ni andando, respiras, pues de algo estás cansado, no importa, las puntadas finales ¡mierda! ¡Pensé que no me pincharía esta vez!,

Me chupo el dedo, aunque se que no esta sangrando… sí, tu eres fuerte, pero desde lejos, de mas lejos, mas fuerte. ¿O no niña? ¿Y si hubiese resultado?, ¿te imaginas caminando conmigo de la mano, compitiendo, no se, por cualquier estupidez, riéndonos de nosotros, protegiéndote, resguardándome, creándote un mundo para que este no te moleste, liberándote mis demonios para que veas lo débiles que son los otros… abrazados, bajo un solo paraguas porque a uno de los despistados no creyó que iba a llover. Despidiéndonos todo lo que dura junto un saludo, una conversación, un coqueteo, hacer el amor. Durmiendo con el pecho tibio cada uno aunque entre nosotros hubiese kilómetros de hielo hecho en una noche de jueves. O hacer un debate de los discurso que cada uno hace con una sola mirada… no se.

¿Habrá quedado firme? ¿Derecho al menos?, el nudo esta bien hecho, el tiempo lentamente vuelve a correr, y reza para que nunca mas nada se vuelva a romper…

Miras tu trabajo, tu introspección, “quedo como quedo”, suspiras, “no importa, pues me tengo que abrigar”.