jueves, 2 de julio de 2009

no decido, elijo todo

Elegí no decidir
Porque así lo elijo todo

Desperdicio las oportunidades ofrecidas
mientras trato de aprovecharme de las que no tengo.
es cierto, temo odiar lo que engendro
¡temo odiarme cuando odio al resto!
¡lo hago y no es cierto!
¡es una farsa como una sonrisa en la mentira!
si me detengo y pienso aún hago… y no decido
¡no decido y no decidiré!
¡no voy a arrojar a la basura
el tesoro para otros!
¡no voy a golpearte si estoy en lo cierto!
¡no voy a golpearte si estoy en lo falso!
ni voy a dar la espalda cuando incomoda sea mi presencia
ni voy a presentarme cuando me necesiten

mis ojos se llenan de lagrimas donde
habitan esas cosas que llaman
aceptación…
mi silueta escasea cuando no hago lo correcto
y no puedo no hacerlo.
me apuñalo fácil cuando pienso en lo que hago
y sangro caras rígidas para que fingen no ser lo que son.
Es la hora de presentarse con las manos en los bolsillos, o
moriré de pena, tímido.

Casi parece una falta de orgullo
estar a la vanguardia de la soledad
inundado de sapos que no están,
volando volado anclado al fondo del mar
que no alcanza ni para desesperarse
ni para mojarse
sin ropa de lama para al menos
en eso resguardarse
ni recuerdos de un hogar
para “prodigarse”.

temo, temo pero profundamente odiar lo que engendro,
¿Cómo casi culpando? ¿Cómo casi quitando?
no o puedo entender,
proyectar el odio y alojarlo en lo que
nuevo y limpio debería ser.
¡que calamidad es un alma así abigarrada!

no decido, no decido si es blanco o es negro
si es malo, si es bueno
si es loco o es cuerdo
si es realidad o es un sueño,
pues no decidiendo
tengo cada uno de mis pies
en cada reino, no estando
en ningún lugar estoy en todos.

solo, solo, no lo quiero recordar
recuerden que buena hora seria
la de las manos en los bolsillos entumidas.

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