sábado, 11 de julio de 2009

¡HASTA CUANDO!

¡HASTA CUANDO! ¡HASTE HACER PARIR CALOR AL FRÍO!
¡HASTA CUANDO! ¡HASTA QUE LA TORPEZA SEA MI ALIVIO!
¡HASTA QUE MI TORMENTO SEA UN EJEMPLO!

¿Hasta cuándo van a soportar la miseria de espíritu
en la vida que todos nos compartimos?
Muéranse pronto para que la tierra revivida
pronto sea un placentero gemido.
Me tienen como weón parado a la mitad de la calle
por estar solo y sin vacío… ¿y van a dejar que los autos
del destino los sigan congelando?

Pido un solo minuto de reflexión al mundo,
y después si en guerras se despedazan
¡Miraran conformes sus muertos en batallas
cayendo secos al suelo como una
piedra que sin rodar llego al suelo!...

Qué sentido tiene la clemencia si solo la
otorgan para que su rencor no sea tan injusto,
¡¿Las mascaras los engañan a propósito, verdad?!
Si no, ya entiendo porque me da miedo
cuando tan reunidos los veo riendo…

¡AHHH!, tengo una ira que si no fuera por nosotros
no tendría sentido…
¿Qué es lo reclamo si no sabemos tampoco
todo el engaño que nos provocamos,
en la vida, en los sueños, en los secretos
y en nuestros cerebros?...
Las luces callejeras de una vereda quieta
corre por mis venas con el ahínco de la
diversión inquieta que me tiene con la
arrogancia sujeta a mi espalda…
Sí, es cierto, debemos respetar los momentos
de tristeza, desconcierto, ¡pena y consciencia!,
¡Pero primero con la fortaleza que el corazón,
inquieto por la vida que se niegan,
nos entrega fácil!, ¡y gustoso en la entrega…!

Sé que lo que digo, en su mayor parte no tiene sentido,
pero no es por el contenido, si no por la dificultad
de traducirlo… ¡quiero sacar fotos de la melodía de la vida
para que sea fácil corregirla!...
Pero la costumbre cotidiana la tiene por mal parida,
¡Por sólo tratar de arrebatar
las cuatro pobres tablas donde una mesa
ilusa, fácil y hasta contenta augura
que mañana podremos comer en ella…
¡Aunque sea como perros que confunden
la entrega de alimento con una caza y una presa!

¡PERO CLARO!, no se puede culpar a la estabilidad
si todos luchan día a día por ella…

No entiendo porque sigo dedicando fuerzas a una
empresa que miran de reojo y detestan…

Debería incitar a tirar piedras como fácil
hacen los conformistas inconformes,
pues siempre en apariencia
mi vida inevitablemente burguesita
contradice mis ideas… pero mis ideas
no atentan contra la comodidad,
sino contra la miseria de alma que nos provocó
la más leve comodidad…
(Sólo a esa facultad empobrecedora,
de alma y de sentido único que todos deberíamos
tener y conocer,
es a quien le reclamo, (“¿y por eso estay webiano?”
dirán ustedes, “sí”, digo yo desde lo alto, por si
no entienden lo que da lo que reclamo)
como si hasta
por ser de esta especie estuviéramos condenados
a ser una pocilga contenta de canciones dispersas…
Y en eso se nos va la poca vida que nos queda…
¡Y yo como weón parado al medio de la calle
que no termina de cruzar porque se sorprende
de cómo los autos ni siquiera se preocupan por mirar
ni menos por parar…!

¿Por qué sigo reclamando si es tan, TAN, en vano…?
¿Acaso lo hago para no ponerme a llorar?
¿O por dentro, ya soy un mar silencioso de llanto?
(Mirando para otro lado)
¿Mis huesos fluirán dentro de mi cuerpo?
¿o será la sensación de que algo estoy vomitando?
cómo sea, como el hipócrita que parezco sin estar ¡HASTA CUANDO mintiendo…!

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