sábado, 15 de agosto de 2009

un desmayo es un descanzo

por, dios.

como el sonido agrio de una cadena que se arrastra por el suelo de baldosas
una tonelada de fantasmas en las cabezas ajenas a uno, sin querer eslabón tras eslabón,
la hacen arrastrarse, retorcerse
sin dejar siquiera un poquito de duda; una impresión siempre a todos nos vale mas...
y adolorida, recalcitrante, magullada y tenebrosa, la cadena... No, yo soy esa cadena, y me tienen con ganas de vomitar... de vomitarlos...

asquerosas ideas... todo lo que uno puede decir se desperdicia es sus cabezas... las fortunas no valen unas fortunas...

estirando el brazo inclinando el cuello hacia el lado contrario como creyendo que hace crecer el brazo para atravesar cualquier mundo, cualquier universo o realidad, solo se reciben mordeduras de hamster del otro lado... y el gigante solitario remueve su pecho para dejar de ser molestado por sus propios sentimientos. pero se derrumba entero cuando lo hace, y al caer tumbado cae sobre esas otras realidades, pero nadie, ningún hamster lo nota, pasan sobre él, otros lo muerden, otros se refugian en sus ropas... el gigante llora, y las criaturitas piensan que es una tormenta... "removerse el pecho no sirvió", piensa después de un rato de haber llorado... no hay hamster que lo haga cambiar de opinión... "entonces sera un adiós", concluyó... y todos los hamster que salían a ver la calma después de la tempestad, sacaron de sus almas eslabones que magicamente se unían, y en forma de cadena reptaban... el gigante de lejos y de reojo la vio "y pensar que la cadena que me ata esta tan lejos de mi...a ellos, al menos, les basta con ella..." y poco a poco sus pasos fueron callados... y se escuchó un desmayo que los hamster fingieron no oír.

1 comentario:

Fede Carré dijo...

buen texto!
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