se alzó sobre el camino con un
sufrimiento hueco,
con una cabeza con un cerebro negro
y con un alma que parecía un pantano de viscoso fango.
No reconoció milagros,
¡Tantos milagros que hay en tantos lugares!,
ignoro a sus santos,
a sus lacayos,
a sus responsables,
se alzo sobre el camino
como un gusano agonizante, retorcido y en rabia agonizante.
No distinguía nada salvo su mal,
no evidenciaba nada, salvo lo que le podía ser peor,
no disfrutaba nada rescatando su siempre dolor
como una herida orgullosa que se hizo sin querer,
como un estigma que no sabe porque se hizo aparecer,
sobre el camino alzada lucia desmayada su alma
mientras su cuerpo solo hacia y decía porquerías.
Le gustaba que nadie entendiera pues podría seguir
intranquilo, retorcido, suicidante y feliz alzado sobre el camino
que es de todos nosotros…
No distingue manos de ayuda de las que maltratan
¿no es tan difícil hacerlo, verdad?
no distingue preocupación de rabia
¿no es tan difícil mirarse por dentro, verdad?
no distingue el odio que se tiene al que le tiene a todos
¿¿¿es tan fácil confundirlos???
sigue sobre el maldito camino con sus trancas alzado…
¡!
¡¿Que fue lo qué paso?!
¡¿Se paro se hizo el weon y se fue?!
¡¿¡Que mierda!, acaso leyó este poema?!
¡¿O ya no distingue el camino de una cama?!
Estúpido enfermo, tarado, imbécil, ignorante, oblicuo, enfermante,
sin rostro, repugnante, desquiciado, hediondo, llorón, intimidante,
mal viviente, loco, desinformado, inseguro, imberbe, salpicante,
basura sazonada de rubor, tonto disfrazado de vida, mirón interesante
de lo envenenante, insalubre forma de vida contra la vida,
¡te mereces que me ría sobre tu desmayo en la vía!.
¡¡te mereces el odio mío que te corre por las venas!!
…
Bien, ya estamos iguales, ahora en paz me puedes odiar espejo pusilánime de lo negro…
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