jueves, 6 de agosto de 2009

carmina...

_Carmina, ¿Por qué lloras? - pregunta Adam luego de hacerle el amor - ¿Por qué, no querías hacerlo?, ¿Estuvo mal? – Ahora le acariciaba las mejillas y la espalda desnuda, mirándola desconcertado, mientras ella miraba hacia otro lado, como encontrando allá silencio - ¡¿Qué pasa mi amor?!...

¿Qué pasa me preguntas? – Pensaba Carmina - ¿Qué pasa?, no pasa nada, por eso pasa todo…

Días después…

_Estoy cansada. Adam, ¿Qué soy para ti?, ¿Qué es lo que soy en ti? – Adam sorprendido, pero templado, todavía no la miraba, llevaban minutos de silencio luego de ambos haber acabado de hacer el amor; Adam seguía mirando el techo. - Adam, ¿Qué es lo que somos?, sabes, me sorprende cuando veo a mis amigas enamorarse, no me puede dejar de sorprender como siempre se enamoran de la persona que creen que comparte el mismo miedo que ellas; dime, ¿de eso se trata todo?, ¿ese es el gran misterio del amor?... No lo entiendo, ven a alguien que supero ese miedo y lo ven solo como amigo como por arte de magia, pero cuando ven a un hombre poseer ese mismo miedo, se fascinan, se sienten atraídas contra su voluntad, como si necesitasen mirar el mismo pavor ante la vida, como si necesitasen mirar los mismos ojos que ellas esconden, y cuando ven a un hombre que posee el miedo que antes ellas poseyeron, lo miran con ternura, necesitando engañarlos; ¿de eso se trata el amor, de superar juntos el mismo miedo, de cruzar ambos el portal que los hará inseparables?, ¿acaso de eso se trata el amor?

_ ¿A qué vas con eso, bonita? – refutaba Adam, aun mirando el techo.

_Adam, ¿Qué soy para ti?... ¿Poseemos el mismo miedo?

_ ¿Lo que te hizo llorar entonces ese día fue no saber qué hacer con ese miedo? - Preguntaba Adam, aun sin contestar su pregunta, fumando un cigarrillo, y todavía mirando el techo-

_No lo sé, no entiendo cual es mi miedo, pero es algo que me aprieta, que no me deja tranquila, como si hubiese dentro de mí una pequeña bolita de luz que me quema, pero oscurece, se hace densa, no me deja mirarte en paz, no me deja disfrutarte, no me deja respirarte, me deja perdida, sola, como si cuando te abrazase abrazara a una nube de humo, me deja encerrada en mí, es como una cárcel sin rejas, como estar prisionera en toda un montaña verde; no sé nada…

Adam dejo de fumar, y cambio el techo tranquilo por el desconcierto en la mirada de Carmina. - Me parece, Bonita, que si compartimos el mismo miedo; el miedo de no saber lo que nos pasa, el miedo de no saber nada… - dijo Adam con la voz temblorosa.

No te creo nada – pensó Carmina -

El desconcierto en la mirada de Carmina se apaciguaba, mientras ambos se fundían en un abrazo desnudo de miedo y calma.

Gracias – pensaba Carmina – por nada, gracias por nada Adam.

1 comentario:

dead_dlesh! dijo...

fuck stile!!! precisa al punto de aguantar...

for dead


diarioshick.blogspot.com