martes, 25 de agosto de 2009

de reojo

Esa vela que se derrite mientras ilumina se parece a…



Al triste engañarse, a la comisura de personas distintas, a unos labios que se abren,

o incluso a una palma que furiosa se cierra… que se contiene, que se abre para construir una muralla, y se guarda atrás, apoyando la espalda en ella para que no se caiga…


Y sin embargo, toda la esperma congelada en ese falo luminoso parece una cuerda que nos podría hacer subir para agarrar el fuego con las manos, besarlo como se besa a quien se ama, y quemarse para no pensar ni en eso, ni en el miedo. Cualquier oportunidad parece ocasión de sacarse los ojos, “y triste creo que es lo mejor” dicen mis cuencas vacías.

Sólo siento una chispa y ya me incendio… al menos sé que exagero… pero me gusta cuando un incendio parece una sabana de flamas que no se apaga nunca, y es eso lo que quiero… pero una simple vela que se derrite no alcanza para eso…

2 comentarios:

Fede Carré dijo...

esa es la idea...
para que dejarlo permanecer si yo misma no fui más que un instante, un segundo?

Fede Carré dijo...

algo así...
para uno fue una topada de brazo y para el otro fue un encuentro...
pero de pronto, el personaje que creyó que era un encuentro se da vuelta para saludar y ve que el otro ya se alejó...
entonces él lo mra alejarse y se dice:
-tranquilo, quizá fue solo una topada de brazo-