jueves, 14 de enero de 2010

tranquilidad

Deseaba no importar, deseaba no hacerme realidad, quedarme en la burbuja donde lo imaginable se hace palpable… pero ya vivía, ya respiraba y las leyes físicas afectaban también a mi alma. Mirar por la ventana era soñar, ver el tedio de la vida diaria era un derrumbe silencioso, fumarme un cigarro era un alivio, contemplar una mujer confundía gratamente el sueño con la realidad… pero igualmente se me hacia intolerable, vivir se traducía en beber harina.

No tenia mayor sentido mi rutina… ni siquiera tengo la facultad de poder amar para embriagarme de vida, mi sangre de tanto pensar y pesar se me hizo espesa. Cualquiera de mis conversaciones eran burlas, y si las recordara mañana serian lamentos; deseaba no importar, deseaba no tener que preocuparme… pero un paso mío contradice al otro paso, mi caminar parece cavar y llenar de tierra la misma cuenca.

Tome en cuenta la historia, tome en cuenta lo que decían, tome en cuenta a los que no eran escuchados, tome en cuenta solo un tanto a los que siempre son escuchados, tome en cuenta a los desgraciados y también a los afortunados, tome en cuenta a mis enemigos, tome en cuenta al destino…

respire en el momento adecuado, descubrí lo que los humanos desde el pasado hasta el futuro han hecho para mi… y digo para mí porque es lo que salvo mi vida… para algunos será el futbol, para otros el canto, para un resto el alcohol, para otro el dinero, para mí fue la escritura… y lo descubrí en la micro de la noche; me senté y me dispuse a leer… y cuando levante la cabeza para ver donde estaba no me importo como yo lucia, como miraba, no me importo con quienes estaba, tampoco me importo si olía bien, me fueron indiferentes las mujeres de la micro, el destino y el concentrado espíritu de quienes desean llegar pronto a casa. Alguna vez desee no importar, ¡y lo cumplí no importándome nada!

Estaba agradecido nuevamente de un libro… hoy fue feliz mi regreso a casa.

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