de verdad...

Nada que querer, nada que temer, nada que juzgar,

La vida puede salir a jugar pero solo cuando tenga juguetes,

(¡Que injusticia! ¡Que difícil!)

Perturbar el ritmo de un civil y arrancar de pasiones vengativas

Con sonrisas hasta en las mejillas… ¿y el amor donde quedo? Pregunta el culpable…

Pregunta el culpable de su propia miseria: ¿Dónde esta mi amada?

“Tu amada es tu mano cuando te esta tocando” se responde en seguida

Y no espera reflexión masturbándose hasta con las sabanas con las que otros se ahorcaban, “¡no hay tiempo para nada!”.

Y se desvanecía luego se limpiaba luego comía ratas luego ya no buscaba porque no encontraba nada

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Y se desvanecía luego se limpiaba luego comía almas luego ya no buscaba porque no encontraba nada, era una persona hecha para sentir, para amar.

Rompía en melancolía al ver ojos bonitos que podían hacerlo querer pero que al no confiar en ellos los dejaba pasar, en el fondo, creía que esos bonitos ojos no lo lograrían… no encontraba ojos que lo quemaran nuevamente, así que se alejaba, se endurecía y se auto compadecía con silencio antes de las risotadas…

su trabajo lo prefería solo para pasar las resacas

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Así que se alejaba, se endurecía, ya había sido expulsado de la cárcel y caminaba y vagaba y recorría más que un misionero buscando indígenas…

Caminaba harto, mucho, pero pocas veces, en contados segundos, caminaba sólo por caminar, por moverse, difícilmente no miraba, no buscaba, no acababa de auto flagelar sus intenciones de soledad…

Quería ser un ermitaño pero su cuerpo no lo entendía

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Quería ser un ermitaño pero su corazón no lo entendía

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…