jueves, 10 de septiembre de 2009

tipico

una rancia caricia de una mano áspera…

(La soñaba…)


Pero estaba sobre una azotea, emborrachándome; fallidamente.

Miraba el cielo mientras empinaba la botella:

_que malá que el cielo no es una ventana

_que penca ese celeste tan aweonao

_que charcha esta azotea de mierda; mierda, se me calentó la cerveza…


Me ponía de pie y fumaba… fumaba, y vi que un tiraron un bolso de un auto. El auto se esfumo y pocos notaron el bolso… un weá fue a buscarlo y lo abrió, se sorprendió más que monja embarazada y salió corriendo, la gente más curiosa quedó.


bahhh


_puta que es genial el color celeste oscuro como fosforescente…


El mismo tipo volvió como enajenado, con el bolso abierto arrastrándolo, solo caminando. Uno quedaba de los que vieron la situación; vendía helados. Le pregunto qué que tenía el bolso, y este le respondió en el oído… el vendedor dejo caer la caja, algunos helados salieron de ella y su vendedor no hizo nada mas, se apoyo en un pilar y ahí por horas se quedó, el del bolso; parece que respiraba.


¿qué wea?


_”se me acostoooo en la razón”, “se me acostoooo en la razón”… canción de mierda; me hace sentir poca cosa.


Ya anochecía, me cagaba de frio pero no hacía nada, la gente abajo solo cambiaba de posiciones… ¡y sin embargo hay que vivir para estar alegre!...


bahhhh, bostecé.


De repente, los dos tipos muertos, levantan su cabeza y me miran, un frio negro recorrió mi espalda, se pararon sin dejar de mirarme; prendí un cigarrillo. Y cruzaron la calle hacia mi edificio sin siquiera mirar si venían autos…


Me despegue de la azotea y me di media vuelta, fume una calada de nicotina y la aloje por ahí, mire el cielo negro, pensando que sería penca que fuera uno de esos espejos que son ventanas del otro lado…

Me siento de nuevo

_en el bolso

¡¿Qué weá?!

_en el bolso - dijo el que vendía helados

¡Qué mierda! ¿Cómo entraron?, ¿cómo subieron?

A dúo: estaba tu cabeza…

¡¿QUÉ?!

No aguante y antes de pararme pestañee


Y no había aire ni espacio, me rodeaba tela sintética: siento que me tiran y me saco la chucha; un poco de luz

¿Quién es él?

Puta ¿Por qué ahora corre?

¿Nos vamos elevando?

¿Son como nubes estas weas? ¿Son nubes estas weas? ¡¡¡SON NUBES ESTAS WEAS!!!


Y siento unas ásperas caricias que me toman y me levantan ¿acaso soy guagua de nuevo?


_ya, anda a avisarle al chico de los helados para que le digan y esto no se pueda detener.


No entiendo…


¡ahh! ¡Mi pelo!


Y veo mi cabeza colgando de una mano rugosa, pero no sé dónde está el espejo…


_ya, se acabo tu wea, y me arrojaron, y caí seco en unas weas duras, algunas inmóviles, algunas reclamaban, algunas… ¿lloraban?



FIN




(Mientras me arrojaron y por el cielo iba, divise una fosa con muchas cabezas… muchas… y sobre ella decía: “weones que desearon una caricia de una mano áspera”.

Tal vez pasaron siglos, y se repetía la situación, mi cabeza caía día tras día, sin poder entenderlo… recibía esa áspera caricia, por siempre… ¿de cuándo se cumplen los deseos… ¿quien lo habra cumplido?...)...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

mamón

tractat dijo...

je je je
me dejo querer